Cuando redactamos un trabajo de investigación, ya sea un ensayo, una monografía, un artículo o un libro, es sumamente importante incluir una introducción, ya que en ella vamos a expresar la manera en la que explicaremos o desarrollaremos todo el cuerpo de nuestro texto. Por otro lado, una introducción también permite a los posibles lectores familiarizarse con nuestro tema de investigación.
En este post queremos proporcionarte algunas recomendaciones sobre cómo hacer una introducción y cuáles son las principales características de esta. ¡Toma nota!
Características de la introducción del TFG
- Es una de las partes más importantes de cualquier trabajo de investigación junto con el desarrollo y las conclusiones.
- Ofrece un resumen acerca de los contenidos que se desarrollarán en la investigación.
- Debe ser breve, sintética y explicativa.
- Su objetivo principal es el de captar la atención de los posibles lectores.
- Debe responder a los siguientes cuestionamientos: ¿por qué es importante realizar dicha investigación?, ¿cuáles son los propósitos y el alcance esperado de nuestra investigación?, y ¿cuál es la metodología que utilizaremos para cumplir nuestros objetivos?
Cómo hacer una introducción
Es importante que antes de redactar nuestra introducción, conozcamos bien toda la información y los datos disponibles que tenemos. De esta manera, nos resultará mucho más fácil discernir la información que nos funciona de aquella que no nos funciona. Además, una buena introducción nos ayuda a definir el camino sobre el cual redactaremos todo el contenido.
A continuación, te dejamos una serie de pasos que puedes aplicar para redactar tu introducción.
- Primera oración: escribe una cita, una anécdota o una pregunta retórica que logre captar la atención de los lectores.
- Descripción: explica de manera breve y clara de qué se trata el tema que vas a abordar.
- Antecedentes: de manera concisa, menciona qué es lo que ya han investigado otros autores acerca del tema que te interesa tratar.
- Objetivos: detalla cuál es la finalidad de la investigación y qué es lo que pretendes lograr con ella.
- Ideas encadenadas: escribe cuáles son los temas o subtemas en los que se dividirá tu trabajo. No los describas a detalle, para eso tienes el cuerpo del texto.
- Metodología: enuncia el procedimiento que llevarás a cabo para realizar tu investigación.
¡Perfecto! Ahora que ya cuentas con algunas recomendaciones, es momento de que empieces a elaborar tu introducción. Si te gustó este post, no olvides compartirlo con tus compañeros o con alguien que lo necesite.
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