¿Qué es y cuáles son los elementos clave de una unidad didáctica?

Uno de los primeros aspectos que debemos considerar en el ámbito de la enseñanza es saber qué es exactamente una unidad didáctica. En el mundo de la educación y la pedagogía, este término se utiliza de manera constante a la hora de elaborar y preparar las lecciones que se impartirán en el aula.

Por lo tanto, la principal diferencia con la programación didáctica es que la unidad hace referencia a las lecciones concretas del temario. Su dificultad y aspecto clave reside en diseñar una planificación de manera adecuada, teniendo en cuenta el tiempo del que se dispone de forma global y el que se destinará a cada secuencia de actividades.

Pese a su importancia, a veces su definición o significado no está del todo claro. Esa falta de claridad semántica es el principal motivo por el que estudiantes y docentes desconocen el modo de abordar una unidad didáctica.

Definición de unidad didáctica

Las unidades didácticas son bloques de aprendizaje que se ajustan al nivel educativo del alumno cuyo objetivo es desarrollar sus capacidades en una materia concreta. Por lo tanto, en ella se deben tener en cuenta y considerar diversos factores, como la diversidad del alumnado o los materiales concretos que se necesitan.

En consecuencia, para su contenido, se tendrán que evaluar los objetivos planteados, los elementos que se necesitan para desarrollar cada actividad y qué necesidades específicas tiene el grupo de alumnos al que va dirigido.

Esto se traduce en que una unidad didáctica de infantil no se podrá utilizar en clases que sean muy dispares entre sí.

A continuación, te contamos cómo hacer una unidad didáctica y cuáles son las claves para combatir su mayor dificultad: la organización del tiempo.

Los 8 apartados para la elaboración de una unidad didáctica

Debes tener presente en todo momento que el objetivo es adoptar una metodología de enseñanza y aprendizaje en la que el alumno desarrolle sus capacidades. Hay elementos necesarios y obligatorios en todas las unidades didácticas. En concreto, estos son el curso escolar, las fechas, las áreas de conocimiento, el nivel educativo, el número de sesiones que se darán y antecedentes si existieran.

Todos estos elementos deben aparecer durante la preparación de la unidad didáctica. A continuación, te contamos qué apartados debe presentar y cuáles son sus características.

Descripción

El título y la justificación constituyen el primer paso en la elaboración de una unidad didáctica. Por ejemplo, si es para Matemáticas, incluirá el tema que se va a estudiar, la clase hacia la que se dirige y las sesiones dedicadas a ese contenido concreto.

Contenidos

Como bien es sabido, los contenidos educativos están fijados por ley. Sin embargo, al docente le corresponde la tarea de organizar y condensar toda la información para que el alumno aprenda lo que se ha definido en los objetivos.

Por lo tanto, será tarea del profesor/a quien seleccione qué contenidos concretos explicará en cada una de las unidades didácticas concretas. Te recomendamos que, antes de plantear este punto, consultes las actualizaciones de la normativa educativa y pienses en los recursos de los que dispones.

Ten en cuenta que el tiempo que tienes es limitado y deberás definir unas estrategias no solo didácticas, sino también de evaluación.

Objetivos didácticos

Inevitablemente, están unidos e influyen en la planificación de cada unidad. Estos se dirigen hacia los alumnos y, por lo tanto, son las metas que el docente plantea para los estudiantes. Cuando se definen se debe tener en cuenta los contenidos de la unidad didáctica que se está trabajando.

Un ejemplo de objetivos didácticos podría ser que el alumno lograse explicar la diferencia entre las oraciones simples y las compuestas.

Metodología

Esta fase consiste en seleccionar el método a través del que se dará el temario concreto. Como bien sabes, el contenido educativo se suele subdividir en una parte teórica y otra práctica para que el estudiante demuestre que ha adquirido los conocimientos y habilidades necesarias.

Por lo tanto, es, en este punto, en el que se debe materializar cómo el profesor/a hará que el alumno comprenda el temario y aprenda de él. Es decir, qué recursos y actividades educativas empleará para conseguir que los estudiantes desarrollen sus habilidades.

Un ejemplo de metodología podría ser una prueba teórica o una exposición por grupos de alumnos en la que se profundice en un tema concreto y lo expongan a sus compañeros.

Competencias

Una vez que tengas claros los contenidos, los objetivos y la metodología que vas a utilizar, hay que definir las competencias. Más allá de las lecciones, una unidad didáctica debe transmitir una serie de habilidades a los alumnos. Estas están reguladas en los reglamentos de las comunidades autónomas, aunque suelen ser las mismas: lingüísticas, matemáticas, sociales, tecnológicas, etcétera.

Esto se vincula con la diversidad del alumnado. Tienes que establecer unas competencias educativas realistas y acordes a los recursos de los que dispones.

Actividades

Una vez que tengas bien clara la definición de unidad didáctica, deberás elaborar las actividades que se llevarán a cabo en cada lección. Estas incluyen tanto las que se imparten en el aula y las que se realizan fuera de ella, así como los trabajos grupales.

Normalmente, cada sesión cuenta con una o dos actividades, añadiendo los deberes para casa. Recuerda que a la hora de la verdad debes dejar tiempo para posibles dudas o problemas que puedan surgir en el aula. Por lo tanto, también tendrás que contemplar esto para reorientar el proceso educativo que has planteado.

La definición de una unidad didáctica depende en gran parte de las actividades propuestas. Si necesitas ayuda, contamos con un servicio especializado. Solicita tu presupuesto aquí.

Materiales

Al diseñar una unidad didáctica, no solo importa su definición. Otra cosa a tener en cuenta son los materiales, son los recursos necesarios para poder realizar las actividades: libros de texto, vídeos, ordenadores… Es decir, cualquier material tangible que se necesite para desarrollar la unidad didáctica que has propuesto.

Este factor se suele definir inmediatamente después de exponer las actividades. Al plantear los recursos que necesitas para llevarlos a cabo deberás tener en cuenta la organización del espacio y si es físicamente posible introducir los elementos en el aula.

Evaluación

La última parte de la unidad didáctica es la que corresponde a la evaluación. En este caso, tendrás que tener en cuenta los criterios y estándares de aprendizaje predefinidos. Después, podrás valorar el aprendizaje global del alumno por cada unidad didáctica.

Para que puedas valorar la trayectoria y el aprendizaje del alumno, también deberás tener en cuenta los objetivos didácticos planteados al principio. Esto te servirá como guía para comprobar si los contenidos, metodología y materiales empleados han sido o no los correctos.

La importancia de la organización del espacio y los recursos en las unidades didácticas

Todas las unidades didácticas están formadas por elementos que resultan clave para su desarrollo y realización. A la hora de seleccionar los materiales, debes tener en cuenta las limitaciones espaciales, así como los recursos disponibles del centro educativo.

Esto último es fundamental, puesto que deberás conocer las normas de la institución, los espacios físicos de los que dispones (sobre todo en caso de que no sea suficiente con el aula) y las características del grupo de estudiantes.

En términos generales, se suelen utilizar plantillas y otros formatos docentes que permiten a los alumnos poner en práctica el contenido aprendido. ¡Cuánto más creativo sean esos materiales, mayor interés pondrán los estudiantes en usarlos!

Y si quieres profundizar en este tipo de proyecto, te contamos cuáles son los elementos clave en una unidad didáctica.

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